Este palacete de estilo canario, situado en medio de un campo de golf, alberga también la casa club donde los golfistas se reúnen, programan sus salidas al campo y guardan sus aperos deportivos. Destaca del edificio sus balcones y patios canarios, repletos de palmeras y plantas autóctonas, así como la calidez de su estilo, que ha acertado a combinar los colores de la isla con la madera, la piedra y la terracota. El toque cañí se consigue también a través de los uniformes del personal, basados en trajes canarios típicos del siglo XVIII.
El restaurante Hoyo 19 permite degustar un extenso bufé de platos fríos y calientes. El restaurante a la carta St. Andrews, en un ambiente bien decorado, ofrece una cocina elaborada por Lerma, formado en los fogones de Arzak. Existe la posibilidad de acogerse a la media pensión, que incluye desayuno y permite disfrutar de un menú de cuatro platos.
Otro aspecto a tener en cuenta es la bodega del hotel, una de las visitas más recomendables. El piano-bar es un lugar de encuentro con frecuentes actuaciones en directo. Sin olvidar, claro está, el Pool & Servicio de Habitaciones, en el que, con sólo marcar un número telefónico, el personal está en disposición de ofrecer un cóctel en la piscina o una cena a la luz de las velas en la habitación.