"Arriba, el monasterio mozárabe de Suso, junto a la cueva del santo ermitaño. Abajo, el de Yuso, en el valle del río Cárdenas. Cuna del castellano y el euskera, el monasterio herreriano de San Millán de la Cogolla, del siglo XVII y habitado por una influyente comunidad de monjes agustinos, dedica su ala de poniente al hospedaje turístico. El Gobierno riojano se ocupó de la transformación en hotel, la cual no estuvo exenta de cierto funcionalismo y coqueteo con lo moderno. Desde el gran patio de la entrada destaca el acristalamiento del vestíbulo interior y el lustre marmóreo del resto de las dependencias. El salón y la cafetería, situada en la antigua cocina del monasterio y perfecta para unos cafetines y unos pinchos, invitan al recogimiento interior, la molicie y la lectura. Más allá aparecen las huertas y la tapia que separa el recinto del bosque inmediato.

Porque la verdadera paz del cenobio se encuentra extramuros, en esos tupidos montes circundantes y entre los arcos mozárabes de Suso. Con wifi, televisión vía satélite y carta de almohadas, poco tienen que ver los nuevos dormitorios con las antiguas celdas conventuales. Los cuartos de baño aseguran pulcritud y espacio. Para los más privilegiados, la suite Real, ubicada en los antiguos aposentos del abad, con un amplio salón con vistas al patio de acceso a la hostería.

Descubre en la Crítica de Fernando Gallardo cuál es la verdadera joya del monasterio hotelero.

¿Sabías que la Hostería del Monasterio de San Millán es uno de los cenobios españoles recomendados por Notodohoteles para una clausura de lujo? Entérate aquí."